miércoles, 25 de julio de 2012

Plan de Acción Laboral (PAL) no ha detenido las serias violaciones a los derechos humanos y laborales en Colombia


La central sindical norteamericana señala fracasos del gobierno colombiano en la plena aplicación del Plan de Acción Laboral y presenta propuestas para mejorar la seguridad y los derechos laborales

Protestas bloquean vías de acceso a la central petrolera de Puerto Wilches.
   Foto: VANGUARDIA LIBERAL - elnuevodia.com.co
(WASHINGTON, D.C., 24 de julio) – Durante una mesa redonda realizada el día de hoy, sindicalistas colombianos, representantes de la Oficina en  Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), la Escuela Nacional Sindical y la AFL-CIO (Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones de Industria), señalaron  que el Plan de Acción Laboral (PAL) no ha  detenido las serias violaciones a los derechos humanos y laborales en Colombia ya a casi dos meses de que el tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Colombia entrara en vigor.
Miguel Conde, fiscal general del local de Puerto Wilches del sindicato colombiano SINTRAINAGRO, que habló en el panel, explicó que la situación actual en Colombia hace muy  difícil que los trabajadores se asocien libremente para negociar mejores condiciones de trabajo. “Debido a restricciones legales, intimidación de grupos armados y el surgimiento de las cooperativas ilegales, ahora es más fácil formar un grupo guerrillero que un sindicato en Colombia", dijo el líder sindicalista.
Los participantes del panel también dieron a conocer un informe de la AFL-CIO que detalla la falta de progreso en materia de seguridad y respeto a los derechos laborales en Colombia. El informe destacó los pasos necesarios para abordar las deficiencias del PAL para garantizar la seguridad de los sindicalistas colombianos.
“Hasta ahora, el PAL no ha logrado cumplir el objetivo de tomar medidas enérgicas contra las cooperativas ilegales y otras formas de subcontratación para que así los trabajadores puedan ser contratados directamente por los empleadores y puedan ejercer sus derechos fundamentales a la libertad de asociación, organización y negociación colectiva”, declaró Celeste Drake, especialista en política de intercambio comercial de la AFL-CIO. “En lugar de que los gobiernos de Estados Unidos o Colombia declaren la victoria, la AFL-CIO insta a ambos gobiernos a comprometer los considerables recursos y la intensa voluntad política necesarios para garantizar que los cambios prometidos se hagan realidad”.
Los participantes repitieron lo que los sindicatos colombianos, las ONGs y el movimiento laboral internacional ya han dejado en claro: El PAL no ha logrado un impacto positivo en las relaciones laborales colombianas para justificar la entrada a un acuerdo comercial bilateral. Sin embargo, ahora que éste ya está en vigor, aquellos que se preocupan de los derechos laborales en Colombia, solo tienen una opción: redoblar los esfuerzos para hacer que el PAL funcione. La magnitud de los cambios que se necesitan significa que la implementación será un proceso que durará varios años. 
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